martes, 24 de marzo de 2009

Peter Gabriel inició su Gira Latinoamericana en Venezuela

En medio de la densa vegetación que rodea el valle de Sartenejas, se dejó escuchar este miércoles la voz de uno de los más sobresalientes músicos de las últimas décadas, el británico Peter Gabriel, quien con un español que se entendía a ratos y un show plagado de efectos de iluminación y melódicos acordes conquistó de nuevo al público venezolano.

El ex vocalista de Genesis ofreció un espectáculo de más de dos horas de duración la noche de este miércoles en el campo de fútbol de la Universidad Simón Bolívar, como parte de su gira Small Place, con la que recorrerá en lo que queda de mes Perú, Argentina, Chile y tres ciudades de México.

Gabriel salió al escenario sin levantar ruido. Simplemente se ubicó frente a su teclado y sin saludar ni mirar directamente hacia el público cantó The rithym of the heat, cuyo intro había durado unos cuatro minutos. Desde ese momento saltó al ruedo la percusión y esa influencia a world music que el artista le imprime a sus composiciones.

On the air e Intruder continuaron el repertorio que poco a poco iría despertando y levantando al más ciscunspecto del asiento. Tras estas tres canciones, el ex vocalista de Genesis comenzó a leer, con un imperfecto castellano, un guión que contenía los comentarios en español de buena parte de las melodías del recital.

"Ha pasado un tiempo, pero estamos muy felices de venir otra vez. Estamos empezando esta gira en el mismo lugar en donde terminamos el último tour que hicimos por Latinoamérica en 1993", dijo el músico que reveló que su "barba de chivo" fue un souvenir venezolano que le quedó de su visita a Caracas hace casi 18 años.

El color, que no se había hecho presente hasta el momento, apareció en el fondo del escenario filtrado por seis pantallas verticales con Steam, uno de los temas más coreados de la noche. Gabriel siguió leyendo su guión para hablar de la alquimia que existe en la relación entre un hombre y una mujer para interpretar The blood of Eden.

La noche siguió con sencillos como Games without frontier, No self control, Darkness, San Jacinto y Down to earth, que fue nominada al Oscar como mejor canción original compuesta para la película animada Wall-E. "Esta es la primera vez que la tocamos en público y si no les gusta será la última", dijo el artista con picardía.

Presentó luego a su banda entre los que se encontraban los guitarristas Richard Evans y David Rose, además del bajistaTony Levin. Los dos últimos han acompañado durante varios años al cantante en sus presentaciones. La sorpresa de la noche fue el tema interpretado por la hija del británico, Melanie Gabriel, que tiene "un talento que hace sentir orgulloso a su padre", según el músico.

El carácter histriónico del vocalista se hizo presente con Solsbury Hill, que levantó a todo el público del asiento que ya no se sentaría más por el resto de la noche. Con la misma euforia se escuchó Secret World, Sledgehammer, Signal to noise e In your eyes, con la que el cantante salió del escenario por algunos instantes para culminar su recital con Red rain y los golpes de batería de Biko.

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